Muchas veces no se trata tanto de producir mucha energía sino de que el rendimiento energético de lo que utilizamos como fuente de energía sea aceptable. La tarea de este tema es calcular el rendimiento energético de la respiración celular globalmente, es decir qué porcentaje de la energía contenida en una molécula de glucosa es aprovechado para producir ATP. Del mismo modo, también hay que calcular ese rendimiento energético en una molécula de ácido oleico.
Plazo hasta el 10 de febrero.